Jesús Alberto Rubio/
La ciudadanía mantiene firme en su exigencia de una política de austeridad, con una drástica reducción de privilegios salariales en los tres niveles de gobierno, además de que se diseñen y hagan realidad programas sociales en beneficio social de los sectores económicamente más desprotegidos, afirmó Germán Palafox Moyers, académico del Departamento de Economía.
Expuso la necesidad de que exista una normatividad con transparencia, información oportuna y plataformas accesibles a la comunidad que permitan conocer y evaluar los salarios de funcionarios, gastos e inversiones del gobierno.
En su intervención en el programa radial universitario que produce y transmite todos los viernes el Departamento de Economía, hizo referencia a cómo países de Europa mantienen niveles de fiscalización importantes que transparentan los recursos como buen ejercicio ciudadano para mantener un puente de información eficiente sobre el tema.
Planteó la importancia de que a nivel Sonora, por ejemplo, académicos e investigadores especialistas en el área de esta casa de estudios puedan desarrollar ese tipo de trabajo al contar con conocimientos técnicos elementales y la experiencia para desarrollar ese esfuerzo que favorezca el ejercicio de la mejora en los recursos públicos.
El académico de Economía reiteró que la demanda ciudadana es que a partir de la próxima administración federal haya reducciones sustantivas en los ingresos de los funcionarios, incluyendo los integrantes de las legislaturas estatales del país, como es el caso de Sonora.
Política de austeridad
Germán Palafox afirmó que será el 1 de diciembre próximo cuando Andrés Manuel López Obrador, al asumir el mandato presidencial, habrá de presentar su Plan de Austeridad y de Combate a la Corrupción que busca dentro del gobierno federal y sus diversos poderes disminuir los excesivos gastos y salarios, haciendo un fuerte ajuste en ambos rubros tanto federal, estatal como municipal.
El gran reto, sostuvo el economista universitario, es aplicar una política de austeridad, establecer de manera contundente una lucha contra la corrupción, y que se termine con esa falta de transparencia y rendición de cuentas. “A todas luces se observa por todo el país que prevalece una gran exigencia de que se dé una clara política de austeridad y lucha contra la corrupción; eso, sin duda está hoy en la mesa de discusión ciudadana”, reiteró.
Necesariamente, añadió, debe haber reducciones sustantivas de ingresos de funcionarios, un ataque frontal contra la corrupción, así como el diseño de mecanismos para disminuirlos ya que México se encuentra entre los 10-15 países del mundo con los más altos niveles de corrupción, ya documentados y expuestos en los medios. Tal situación, sostuvo, desafortunadamente hace perder la confianza y la sana convivencia de los mexicanos, provocando incluso que se rompa el orden de diversas formas.