Elías Quijada
Un proyecto que nació en pandemia fue la creación de un software de realidad virtual inmersiva aplicada al entrenamiento de reanimación cardiovascular en estudiantes y personal clínico de enfermería.
La autora del novedoso procedimiento con inteligencia artificial es Mayra Samira de León, estudiante de Doctorado en Ciencias de Enfermería por la Universidad Autónoma de Nuevo León, quien compartió con alumnos, docentes y profesional del sector salud su experiencia durante el desarrollo del proyecto científico en la reciente edición del 9 Congreso Internacional de Enfermería que organizó la Universidad de Sonora.
Señaló que la realidad virtual, la cual no es tecnología nueva, nació en los años 50 y 60 donde comenzaron a sacar al mercado los lentes de 90 grados, sin embargo, esta tecnología ha sido abarcada por el área de videojuegos donde se invierte millones de dólares para que tenga una experiencia el usuario.
La inteligencia artificial es una tecnología emergente que viene a innovar los desarrollos existentes y aplicarlos en práctica, dicha inteligencia se clasifica en inmersiva y no inmersiva, la no inmersiva es cuando el usuario no interactúa con objetos de tercera dimisión y la inversiva proporciona al usuario aislarse del mundo real mediante lentes de alta fidelidad y experiencia de 360 grados, explicó.
Enfrentan reto
El tema de la creación del software fue durante el aislamiento social en el año 2020 al enfrentar el reto de cómo enseñar a los estudiantes procedimientos clínicos mediante una pantalla y el asesor de tesis le retó a proponer una idea innovadora donde se vinculará la teoría con la práctica, pero enfocado a la tecnología.
“Estaba en un juego con realidad virtual, y pensé por qué no aplicarlo en enfermería, se buscó bibliografía y se encontró sobre anatomía donde hay programas gratuitos en Estados Unidos y Europa sobre laboratorios enfocados a esta tecnología y se encontró que en México apenas se empieza a incursionar en medicina avanzada”, agregó.
Para materializar la idea se hizo equipo de investigación con personal de la Universidad de Navarra, España y se procedió a la creación del software sobre la reanimación cardiovascular con la ayuda de un ingeniero en realidad virtual; se hicieron reuniones virtuales con el asesor de tesis y dos enfermeras que laboraban en el área clínico.
Se hizo la primera arquitectura del simulador que se basó en tres pasos: equipo de realidad virtual, entorno físico, usuario. Se formó ejemplo del entorno con actores externos y situaciones que pasan en la realidad y se creó el ejemplo virtual de reanimación cardiovascular con integración de objetos de apoyo.
Mientras que el reto más grande fue incluir el algoritmo en los lentes o videojuegos y utilizar las manos como los controladores; el prototipo tiene dos menús de pantalla, el primero te vincula a la vida virtual y adaptación y después de cinco minutos interviene el segundo menú, que es la simulación al comenzar la cadena de supervivencia.
La autora de libros y de artículos publicados en revistas indexadas, resaltó que por medio de expertos certificados hubo recomendaciones, entre ellas, adecuar un sensor que mida la profundidad de las compresiones, otra fue que se incluyera guías para que el estudiante pudiera ir seleccionando y así avanzar en la cadena de supervivencia, también que tuviera un medidor que notificara que la escena era segura.
Sobre los retos del trabajo aseguró fue armonizar el conocimiento con otras ciencias, la financiación, equipamiento, vincular al maniquí con el sujeto virtual y la parte más difícil fue la sensorización del maniquí y el poco conocimiento del personal de la enfermería con la inteligencia artificial.