Analizar y hacer planteamientos puntuales sobre el concepto y las perspectivas de la seguridad alimentaria y su accesibilidad en calidad nutricional, tiempo y forma, fue el tema central de la primera mesa redonda del Primer Simposio Estudiantil del Departamento de Ciencias Químico Biológicas.
La actividad se desarrolló ayer jueves con el tema Seguridad alimentaria: ¿Un reto en la actualidad?”, y en ella intervinieron Josafat Marina Ezquerra Brauer, Ramón Pacheco Aguilar y Jesús Fernando Ayala Zavala, teniendo como moderador a Guillermo Eleazar Arteaga Mac Kinney.
La convocatoria y organización general del simposio está bajo la responsabilidad de las sociedades de alumnos de Químico Biólogo Clínico y de Químico en Alimentos, respectivamente.
Marina Ezquerra, directora de Apoyo a Docentes, Investigación y Posgrado de esta casa de estudios, se preguntó sobre lo que se puede llegar a hacer para poder alcanzar la seguridad alimentaria y cuáles serían las estrategias a establecer en ese tema de gran impacto y alcance social y de salud mundial.
Asimismo, afirmó que dentro del sector educativo universitario y de otros niveles, así como de otras instituciones de enseñanza e investigación podrían ser claves algunos planteamientos a proponer y establecer en aras de contribuir a la solución del problema.
Destacó la relevancia de poder asegurar que los alimentos puedan ser adquiridos por cualquier población, independiente de sus características económicas y culturales, pero que a la vez mantengan la calidad, higiene y sobre todo que sean inocuos para el consumidor.
Por su parte, Ramón Pacheco Aguilar, profesor investigador emérito del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) y de la Universidad de Sonora, afirmó que este tema requiere de un estudio en detalle sobre los aspectos de la seguridad y soberanía alimentaria.
El ex director general del CIAD (periodo 2007-2012) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores y de la Academia Mexicana de la Ciencias, dijo que para su solución se requiere de la participación de académicos, investigadores de las ciencias exactas y sociales, así como del diseño e implementación de políticas públicas relacionadas con la satisfacción de esa necesidad como un derecho humano.
“Definitivamente, se requiere garantizar que la población pueda tener acceso a alimentos que le permitan satisfacer sus necesidades y cumplir con los requerimientos nutritivos para una vida saludable”, reiteró ante la presencia de Brenda Karime Gutiérrez Colín, vicepresidenta de la Sociedad de Alumnos de Químico Biólogo Clínico del departamento y coordinadora del evento académico.
A su vez, Fernando Ayala Zavala investigador titular del CIAD, destacó la importancia que tiene la academia para fomentar la seguridad alimentaria, tanto en la formación de nuevos profesionistas que ayuden en el procesamiento de productos alimenticios, que promuevan la reutilización de los materiales, impulsen una economía circular “y resaltar el papel que tenemos para promover un cambio a nivel de políticas públicas”.
Asimismo, indicó, se hace imperante fomentar la vinculación entre la industria y las empresas que se encargan de entregar ayuda comunitaria a los grupos vulnerables.
Consideró que el tema arroja una grave problemática donde también inciden como factores adversos el cambio climático y los conflictos bélicos que impactan de una y otra forma a la seguridad alimentaria.
Problema que ha ido en aumento
Finalmente, Guillermo Arteaga Mac Kinney , profesor investigador del Departamento de Ciencias Químico Biológicas, como moderador de la mesa redonda intervino para informar que de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) 2020, se precisa que un 20 por ciento de la población tiene problemas de seguridad alimentaria.
En México, indicó, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) se afirma que alrededor de 25 millones de personas no tienen esa seguridad en alimentación, generándose graves problemas de desnutrición, pobreza, violencia y toda una serie de factores adversos para la salud humana.
“Esta situación no se ha resuelto y cada vez ha ido aumentando a pesar de los avances de la ciencia y la tecnología”, expresó en el auditorio Jesús Rubén Garcilaso Pérez del Departamento de Ciencias Químico Biológicas.
“Hay muchos factores, como el cambio climático, conflictos bélicos, crisis económica, pobreza, el impacto de la covid-19; por ello hoy aquí de nuevo estamos analizando lo que nos espera a nivel mundial en este renglón en los próximos años”, puntualizó.
Finalmente, Arteaga Mac Kinney hizo la reflexión señalando lo que pueden hacer los estudiantes frente a tan complejo problema: “Hay que preguntarnos qué podemos hacer nosotros como consumidores y ellos como futuros profesionales de alimentos, todo en términos de buscar poner nuestro granito de arena para solucionar este grave problema que cada vez está siendo más grande y más complicado”.
En la mesa redonda también estuvo presente Anna Judith Pérez Báez, investigadora del Instituto de Acuacultura de Sonora y asesora de las sociedades de alumnos de Químico Biólogo Clínico y de Químico en Alimentos.