Crear un espacio generador de agencia en las mujeres estudiantes universitarias, así como de acompañamiento y de solidaridad que aporte a su mejor desarrollo personal y profesional, es el objetivo de la agrupación Aula Sororaria: espacio de apropiación en la escuela, una estrategia educativa surgida a través de la División de Ciencias Sociales de la Universidad de Sonora.
“La situación de violencia que se vive, especialmente hacia las mujeres en los ámbitos del hogar, de las instituciones, del espacio público, no exenta a las universidades, es por ello que tener documentado, así como lo han hecho otras universidades, es una responsabilidad nuestra”, dijo.
La académica de la Licenciatura en Psicología y Secretaria Técnica de la Comisión de Género, Diversidad e Inclusión Social, Rocío Haydee Arreguín Moreno, quien es responsable del Aula Sororaria, destacó que la idea principal se sustenta en el requerimiento de espacios propicios universitarios para el desarrollo de las mujeres estudiantes donde se formen con habilidades personales, profesionales y sociales a fin de que logren una más amplia participación y toma de decisiones.
Cabe destacar que las actividades formales de la agrupación, integrada de momento por nueve estudiantes de Derecho, Psicología y Ciencias de la Educación, iniciaron el pasado miércoles a través de un Club de Lectura de la obra Una habitación propia, de Virginia Wolf, un contenido impartido por Sol Gabriela Fontes Real, bibliotecaria de la Biblioteca Fernando Pesqueira de esta casa de estudios.
Capacidades para la vida
Roció Arreguín señaló que el proyecto también incluirá temáticas de género como herramienta útil para empoderar a las estudiantes universitarias y con ello formarlas con capacidades para la vida, no solamente en lo académico sino también en lo profesional.
“Recordemos que la violencia se ha exacerbado hacia las mujeres y en especial las jóvenes, recrudeciéndose tal situación y, en ese sentido, deseamos brindar una formación con herramientas propias de capacitación, así como tener equipos de software a utilizarse tanto en la calle y el entorno familiar y la propia Universidad frente a cualquier situación de emergencia que pudiera presentarse”, expresó.
La académica de Psicología dio a conocer que Aula Sororaria representa un valioso espacio de apropiación donde se ofrezcan lecturas y una diversidad de actividades, pero que a la vez sea un refugio de formación de acogimiento de otras estudiantes que pueden estar en búsqueda de su propia identidad.
La apropiación del espacio, advirtió, implica reconocer que la institución está interesada en aportar a la situación de las estudiantes, creando un espacio exclusivo para ellas con la finalidad de que tengan un sitio seguro de convivencia y relación estudiantil.
“Vamos a promover y reconocer la importancia de que los grupos de estudiantes mujeres se reúnan para crear diálogos, análisis y de estudio, a criterio propio de perspectiva feminista y de género”, reiteró.
En igual forma, dijo que se darán a la tarea de permitir la defensa de pensamiento propio en su propio espacio y extrapolarla a otros escenarios. “Deseamos una formación permanente, activa y de desarrollo, lo que ayude a redundar en mujeres con mayor participación en los espacios públicos”, sostuvo.
Asimismo, señaló que buscarán aportar a la formulación de planes de prevención, detección e intervención de la violencia en ese segmento de población estudiantil.
“Otro propósito esencial será la construcción de espacios de formación entre pares para el desarrollo personal y el diseño de planes de vida personal y profesional sólidos”, comentó en su intervención en la sala de juntas del Departamento de Psicología y Ciencias de la Comunicación.
Rocío Arreguín adelantó que los próximos días 22, 23 y 24 del mes en curso ofrecerán un espacio de conferencias: Derechos sociales y perspectiva de género, a cargo de Gladys Celiceth Díaz Mendívil, psicóloga independiente y responsable del Centro Íntegro Hermosillo; Derechos humanos para las mujeres, por Gabriela Ivette Herrera Valdez directora de la Asociación Jurídicas Feministas y Nuestro cuerpo como territorio, impartida por Denisse Danya Rodríguez Maldonado, profesora de Psicología, Neuropsicóloga y feminista.
Sol Fontes y Virginia Wolf
Sol Fontes, también con destacada trayectoria como cronista, literaria y comunicadora, señaló que desde el 2017 impulsa un club de lectura con estudiantes de diferentes carreras de esta institución, en principio de manera presencial, pero a raíz, de la pandemia por el covid-19, lo hizo de forma virtual por la plataforma Teams.
“He tenido muy buena aceptación por parte de estudiantes”, afirmó luego de expresar un agradecimiento por haber sido invitada por Aula Sororaria y aceptarla, considerando la importancia de participar en el enriquecimiento de la formación de mujeres universitarias.
Resulta importante, resaltó, que se acerquen a ese espacio para que logren un acercamiento a lo que es la lectura y no sólo conferencias y otras actividades que puedan generarse.
En el caso de la temática del Club de Lectura, afirmó que orienta su esfuerzo con literatura de escritoras feministas, empezando con la obra de Virginia Wolf, “que adentra en la cuestión de saber quiénes somos, qué necesitamos al estar en espacios propios para considerarnos independientes; ser valiosos sin estar supeditados a otros seres.
“Somos mujeres independientes y a través de la lectura vamos adentrándonos en personajes y temáticas que pueden elevar tu propio conocimiento, el que a lo mejor no sabes que lo tienes”.
Lazos colaborativos
Por su parte, Serena Saraí Aragón Rosas, alumna del séptimo semestre de la Licenciatura en Derecho y presidenta de la Comisión Estudiantil de Género Diversidad e Inclusión Social de la División de Ciencias Sociales, opinó sobre los alcances que tiene el crear lazos colaborativos y de aprendizajes entre las estudiantes.
Aragón Rosas puntualizó en la importancia de formarse no solamente en el plano profesional, sino en lo general de manera integral, con el fortalecimiento de herramientas emocionales y académicas.
“En este espacio nos vamos a conocer y marcarnos una a otra con las cosas que sabemos y no. También nos permitirá poder trabajar en conjunto desde nuestra trinchera en acciones específicas para favorecer a otras mujeres dentro y fuera del campus universitario.
Aseguró que el contar con ese tipo de espacio significa un avance para la Universidad, pero que ahora solamente falta tener apoyo en espacio físico y un equipo de cómputo, por ejemplo, “porque ello nos ayudará a desarrollarnos de mejor forma en estos tiempos de la tecnología”.
Integran a Aula Sororaria, Hortencia Avilet Rivera Adán, Anayeli Félix Luna, Jhoana Abigail Ávila López y María Paula Loya, de la carrera en Ciencias de la Educación; Ana Sofía Flores Guevara, Kassandra Millanes Quijada, Mónica Fuentes acuña y Ximena Molina Peralta, de Psicología, así como la propia Serena Saraí Aragón Rosas, de Derecho.