Beatriz Espinoza//
Para poder aplicar o llevar a cabo una educación inclusiva, primero, debemos comprender lo que es para no caer en paradigmas que en la práctica nos demuestran que no son nada eficientes, aseguró Luis Miguel Díaz Rodríguez.
Al hablar de ‘Educación inclusiva, bases prácticas y experiencias”, el docente e investigador de la Universidad Pedagógica del Estado de Sinaloa (UPES) dijo que su comprensión no se da si persisten las barreras culturales en el personal docente.
Luis Miguel Díaz Rodríguez, Maestro en Educación Primaria por la Universidad de la Rioja en España, y con Máster en Educación Inclusiva por la Universidad Católica de Valencia, también en España, habló de la inclusión en la educación que no había sido tomada en cuenta pese a que todas las personas, sin importar su condición, tienen este derecho.
Antes de exponer algunos casos de éxito y de resultados de algunas investigaciones realizadas en la UPES en torno a este tema, el docente de dicha institución resaltó cómo el tema de la inclusión en la educación ha retomado relevancia a nivel mundial con los diferentes pronunciamientos que se han realizado desde la propia Declaración Universal de los Derechos Humanos el 10 de diciembre de 1948.
“Es un derecho reconocido; universalmente como un derecho básico”, reiteró al mencionar las conferencias de Jomtien (1990), de Dakar (2000) y la de Inchenon (2015) en las que las naciones en el mundo acuerdan acciones específicas para impulsar la inclusión en los programas educativos universales y/o regionales.
Díaz Rodríguez contó un poco de cómo ha evolucionado el concepto y la práctica de la educación hasta llegar a 1994, cuando se presenta un apogeo del manejo de conceptos relacionados a la educación integradora y se forman escuelas para grupos que anteriormente habían sido segregados por el sistema.
Señaló que el principal problema para una educación inclusiva son las barreras del aprendizaje que son la cultura, las políticas y las prácticas de la estructura educativa que no fue creado para ese grupo específico de personas.
“La cultura son los valores, las creencias, los conceptos de los diferentes integrantes de la comunidad educativa respecto a la inclusión y a la diversidad; la política es la organización interna del organismo educativo y las prácticas son las acciones que se llevan a cabo dentro del aula, los procesos de evaluación, y el trabajo antes, durante y después de clase”, explicó al reiterar que las barreras del aprendizaje son el problema real y lo vamos a entender como los obstáculos que tiene la persona para acceder a la educación.
El también docente e investigador de tiempo completo de la UPES dijo que es muy importante diferenciar entre la perspectiva social e individual de las barreras para la inclusión en la educación, pues la primera visualiza las barreras como obstáculo que impide a las personas interactuar correctamente con el entorno.
“Es decir, el obstáculo no está en la persona, sino en el entorno que no fue creado para esas personas”, precisó y argumentó que no debemos fijarnos en una perspectiva médica que en lo individual identifique las limitantes de la persona como obstáculo de ese individuo, para acceder a una educación inclusiva.
“Las dificultades no son de las personas, sino del contexto; el alumno tiene problemas para aprender, para estar presente, para participar, porque el docente no está formado para educar en una sociedad diversa”, expuso.
El conferencista habló también de algunas prácticas, como ejemplo, modelos en donde se aplica una educación inclusiva como fueron el de Aprendizaje cooperativo, donde se requiere la cooperación de todos los que participan e integran el equipo, y la Guía para la educación inclusiva que es un instrumento de evaluación de las barreras que presentan los centros educativos, entre otras.
Además, presentó algunos resultados de investigaciones realizadas por la UPES con alumnos y futuros docentes quienes dejaron ver que, a pesar de que exista una actitud positiva por llevar a cabo una educación inclusiva, aún falta desaparecer esas barreras culturales, sobre todo a la hora de entender la inclusión.
“Es importante comprender la educación inclusiva para poder llevarla a cabo y no caer en los paradigmas que se han demostrado que no son nada eficientes ante la inclusión de la diversidad y no se logra si no se eliminan las barreras culturales docentes para desarrollar prácticas y políticas que permitan la participación de todas y todos los alumnos para no caer en los errores del pasado”, apuntó.
La conferencia fue organizada por la División de Ciencias Administrativas, Sociales y Agropecuarias, del campus Nogales de la Universidad de Sonora vía plataforma Teams y fue dirigida a docentes y alumnos universitarios como parte de una jornada de charlas.
En la apertura del evento estuvo del director de la División de Ciencias Administrativas, Sociales y Agropecuarias del campus Nogales, Isidro Manzano Torres, quien además de agradecer la participación al conferencista y autoridades de la Universidad Pedagógica del Estado de Sinaloa, presentes en la conexión, reconoció al comité organizador del evento encabezado por la académica Claudia Manjarrez.