La violencia en México comenzó a reconocerse y a ponerse en evidencia luego de resoluciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que ahora son jurisprudencia internacional, aseguró la académica Sanae Mercedes Hinojosa Taomori.
La también titular de la Unidad de Igualdad de Género del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Sonora refirió que dichas resoluciones denunciaban que en un país donde existe la discriminación, donde se tolera la discriminación contra las mujeres, existe violencia en contra de ellas con la complacencia del gobierno.
“En un país donde se tolera la discriminación contra las mujeres, donde se permite que en espacios se denoste a las mujeres y se den todo tipo de acciones en contra de las mujeres, todo se convierte en violencia contra ella”, comentó.
Sanae Mercedes Hinojosa Taomori participó en el Segundo Coloquio La transversalidad y el Derecho, organizado por el Bufete Jurídico Gratuito del Departamento de Derecho y habló de “Perspectiva de género en el sistema interamericano: interpretación a partir de los casos en los que México es parte”.
Durante su exposición, que se llevó a cabo de manera presencial y se transmitió a través de la plataforma Teams, hizo referencia brevemente de algunos casos que ha atendido la Corte Interamericana de Derechos Humanos y en donde la resolución tiene sentido de género.
Entre los que mencionó, destaca el caso Castro Castro Vs. Perú, en donde se trata el tema de afectación a las mujeres, mamás de presos de un centro penitenciario en donde hubo previamente un enfrentamiento en las áreas de hombres y mujeres en confrontación con agentes y personal interno.
“Cuando se da esta confrontación entre autoridades y las personas internas, donde las autoridades tienen a su lado los beneficios del poder que evidentemente las personas del interior no tienen y se dan hechos inaceptables como la desnudez forzada a hombres y mujeres.
“La Corte Internacional hace su pronunciamiento en ese sentido y dijo que para que haya violencia sexual, en su categoría de tortura, no hace falta el contacto físico, como ocurrió, y puso el dedo en el renglón de la violencia de género”, expresó.
Hinojosa Taomori precisó que todos los casos en los que se involucra el Estado mexicano son considerados como jurisprudencia y las resoluciones aplican de inmediato en casos similares.
De los casos en donde se involucra a México mencionó el del Campo Algodonero que fue el que abrió una puerta al país para el asunto de género; Las muertas de Juárez, González y otros, hablan y abordan todo el contexto de la violencia en Ciudad Juárez y en contra de las mujeres mexicanas.
En estos casos, donde se buscaban a mujeres, incluyendo menores de edad, sus cuerpos fueron encontrados en un campo algodonero con señales de violencia física y abuso sexual; muchas mujeres, en grupos y en solitario, añadió, habían iniciado una serie de acciones para exigir justicia y el apoyo del gobierno que nunca se dio hasta que la Corte Interamericana de Derechos Humanos recibió el caso.
En su resolución, agregó, la Corte Interamericana de Derechos Humanos argumentó que por más que el Estado mexicano hiciera actos pertinentes para detener los homicidios en Ciudad Juárez, no era suficiente para detener la violencia que se ejercía en el país en contra de la mujer, surgiendo un mensaje generalizado para la sociedad, así como el contexto y definición de lo que es el feminicidio.
“Para la Corte Interamericana de Derechos Humanos, México tiene una grave problemática en lo que se refiere a la perspectiva de género y tiene que trabajar en todos los niveles en este contexto”, advirtió al hablar del caso de Digna Ochoa que tardó más de veinte años en llegar a esta instancia internacional.