Mujeres sanas, saludables y felices son la clave para tener sociedades, entornos familiares, ambientes activos y funcionales, aseguró Ana Lucia Montijo Arriola, docente del Departamento de Enfermería de la Universidad de Sonora en la conferencia Principales enfermedades en la mujer y hábitos de autocuidado.
En la actividad organizada en conmemoración del Día Internacional de la Mujer por la Dirección de Apoyo a Programas Institucionales, la docente universitaria ofreció una charla que abordó los factores de riesgo para padecer cáncer de mama, cáncer cervicouterino y depresión, enfermedades que se pueden prevenir con elementos enfocados al autocuidado.
Como mujeres, dijo, son parte de un grupo históricamente discriminado, pero con el tiempo y con múltiples expresiones se ha logrado la inclusión en la sociedad y se han abierto puertas como el derecho a decidir sobre su cuerpo, libertad en adquirir salud y revisiones ginecológicas.
Señaló que salud es el estado completo de bienestar físico, mental y social; mientras que el autocuidado es la capacidad de las personas, familias y comunidades para promover la salud, prevenir enfermedades, hacer frente a padecimientos y discapacidades con o sin el apoyo de un proveedor de atención médica.
En el 2020 la esperanza de vida de las mujeres fue de 79.2 años, sin embrago, la salud de las mujeres está influenciada por determinantes sociales, en los hogares y comunidades. Las féminas son quienes se ocupan de cuidar a otras personas y cada día, cerca de 830 mujeres fallecen por causas prevenibles relacionadas con el embarazo y parto, reveló.
Según un estudio, en el 2020 el panorama de las 10 principales enfermedades en mujeres de 25 a 44 años son las infecciones respiratorias agudas, infecciones en vías urinarias, covid 19, infecciones intestinales, vulvovaginitis, ulceras o gastritis, obesidad, gingivitis, conjuntivitis e influenza.
Durante la conferencia dio a conocer que las enfermedades crónicas son grupos de desorden del corazón y vasos sanguíneos; la principal causa de padecimiento es el crecimiento de placas alrededor de los vasos y se manifiesta a través de hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca y cerebrovasculares; mientras que los síntomas son muy parecidos como opresión o dolor en el pecho, molestia en un brazo, mandíbula, cuello o espalda, fatiga, sudor frio, náuseas y mareos.
“Los factores de riesgo modificables son el tabaquismo, hábitos alimenticios, sobre peso u obesidad, inactividad física, mientras los riesgos no modificables son la edad, sexo, raza o antecedentes familiares”, expresó.
Enfermedades específicas de la mujer
Con relación a las enfermedades propias de las mujeres, Montijo Arriola mencionó que los trastornos ginecológicos pueden comprometer cualquier parte del aparato reproductor y glándulas mamarias como el cáncer de mama, cervicouterino, endometriosis, síndrome de ovario poliquístico y prolapso urogenital.
Puntualizó que el cáncer de mama es un proceso oncológico en que células sanas de la glándula mamarias e degeneran y se trasforman en tumorales, proliferando y multiplicándose posteriormente hasta construirse en tumor y el grado de invasión puede ser in situ o infiltrante.
Los lugares donde se origina pueden ser en la zona lobular, ductal, medular o inflamatorio. El estado o etapa del cáncer de mama indica el grado de extensión de este, que va desde estadio de cero a cuatro, este último también conocido metástasis.
“La metástasis son grupos de células tumorales que se diseminan por el cuerpo y se alojan en lugares distintos donde se originó el tumor y se puede clasificar en metástasis linfáticas ganglionares, absolutamente curable, y a distancia, que es el alojamiento de las células en otros órganos o partes del cuerpo como pulmones, hígado, huesos y cerebro que son transportadas por la sangre”, detalló.
Por otro lado, el cáncer cervicouterino, enfatizó, es el proceso oncológico en el que las células del cuello uterino tienen un crecimiento, desarrollo y multiplicación de manera desordenada y sin control; se asocia a la infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH), el cual se transmite por contacto sexual y afecta a 8 de cada 10 personas, tanto hombre y mujeres, en algún momento de la vida.
Los síntomas y signos son sangrado vaginal, dolor, pérdida de peso y apetito, descarga vaginal e hinchazón y su diagnóstico es por el examen Papanicolaou, colposcopia, biopsia y pruebas complementarias.
Los factores de riesgo son: múltiples parejas sexuales, relaciones sexuales sin protección, tabaquismo, inmunosupresión, entre otros, agregó.
Asimismo, también habló sobre la depresión, aunque es una enfermedad tanto de hombres y mujeres, se presenta con mayor frecuencia en las femeninas, la cual se puede presentar con pérdida de energía, cambios en el apetito, necesidades de dormir más o menos de lo normal, ansiedad, discriminación de la concentración, inquietos, sentimientos de inutilidad, culpabilidad, pensamientos de autolesión o suicidio.
Los factores de riesgo son biológicos, psicológicos, sociales y económicos; mientras que el diagnóstico es por entrevista clínica, clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas relacionadas con la Salud.
“Las mujeres somos un eslabón importante en todos los entornos que vivimos y nos desarrollamos, por ello, es importante la prevención con hábitos de autocuidados. Debemos de atendernos de manera personal, pero también a quienes son familiares y amigas y hacerles saber que son valiosas”, concluyó.