La investigación con perspectiva de género es científica y debe ser tomada en cuenta, pues la realidad se ha complejizado y las violencias contra las mujeres se han incrementado a pesar de que hay un mayor conocimiento de derechos, conciencia y normatividad en las universidades, se destacó en la mesa de diálogo “Ser feminista y ser académica: Experiencias de docentes universitarias”.
El evento, organizado por el Posgrado en Psicología, se llevó a cabo en el marco de las actividades realizadas en la Universidad de Sonora por el Día Internacional de la Mujer, que se conmemora este 8 de marzo.
Participaron Josefina Hernández Téllez, de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH); María Mercedes Zúñiga Elizalde, de El Colegio de Sonora (Colson); Sonia Beatriz Echeverría Castro, del Instituto Tecnológico de Sonora (Itson), y Elena Tapia Fonllem, Universidad Pedagógica Nacional (UPN Ajusco).
Esta actividad se transmitió en vivo por la plataforma Zoom y también por la página de Facebook del Posgrado en Psicología y fue moderada por Gabriela Noriega Valencia, académica de la Universidad de Sonora, adscrita al Departamento de Agricultura y Ganadería.
Al hacer uso de la voz, Josefina Hernández Téllez, académica de la UAEH, narró qué pasa cuando una persona se integra a una institución de educación superior como feminista y con la convicción de que debe de haber un trabajo asociado y coherente a cómo es y cómo piensa.
La docente quién maneja la línea de investigación Periodismo, comunicación y género compartió estudios realizados a la comunidad universitaria de la institución en la que labora. Dijo que en 2018 participaron en un diagnóstico sobre violencia sexual y discriminación en esta Universidad a raíz de la creciente violencia y el motivo de este diagnóstico fue visibilizar qué estaba ocurriendo con la Universidad, y de las 1,200 encuestas realizadas se visibilizó entre los hombres una vocación sexista y homofóbica.
Reconoció que, aunque la Universidad recibió un reconocimiento de modelo de equidad de género, y se crearon una defensoría universitaria y protocolos políticamente correctos, no se han percibido en la realidad muchos cambios. Además, indicó, cuando fungió como Jefa de Área Académica pudo enterarse de gran cantidad de quejas de acoso y hostigamiento sexual.
“Necesitamos articularnos las mujeres, se tienen instancias, pero de membrete como muchas universidades; somos el reflejo de la sociedad y en la sociedad quienes están en el poder son los hombres algunos con buenas y malas prácticas. A nuestras alumnas las hemos seguido sensibilizando, acompañando, pero no ha sido suficiente, es una tarea, pero gracias a estos eventos podemos establecer alianzas y fortalecer el trabajo”, señaló.
Por su parte, María Mercedes Zúñiga Elizalde, quien realiza en el Colson de estudios de género, trabajo y violencia contra las mujeres, habló de las batallas que han librado para que se reconozcan como científicas las investigaciones que realizan desde el feminismo y de los estudios de género, y que a pesar de los avances obtenidos no hay día que no tengan que disputar su legitimidad.
La doctora en Ciencias Sociales informó de la evolución y apertura de cursos con perspectiva de género en distintas instituciones hasta llegar ahora a estudios de posgrado, y que aunque son grandes logros todavía son muchos los obstáculos para incidir en políticas y acciones en las instituciones.
Alcanzar lo que hoy se tiene, que aún es poco, dijo, es la suma de esfuerzos cabildeos y negociaciones de muchas mujeres desde sus instituciones trazando luchas y completando propósitos; haciendo un recuento, reveló, los estudios feministas de género han sido desvalorizados, tolerados y después medianamente aceptados, pero su existencia depende de la perseverancia de quienes los crearon, los sostienen y les dan vida.
Como retos, mencionó el incorporar cambios en la currícula que formen parte obligatoria de los estudiantes, capacitación, así como trabajo comunitario fundamental si se quiere que las instituciones de educación superior sean un lugar de conocimiento sin sesgo y con un ambiente libre de toda forma de desigualdad.
La visibilización
Por su parte, la representante del Itson, Beatriz Echeverría Castro, compartió su crecimiento profesional y su experiencia como vicerrectora académica, y cómo desde este cargo pudo apreciar las desigualdades y tratar de incidir para mejorar en ciertos aspectos.
También dio a conocer cómo se fueron permeando los estudios de género porque no había incluso muchos datos estadísticos, información que fue ayudando a descubrir esta visión de la universidad.
La psicóloga y doctora en Educación indicó que desde su posición pudo observar la visión que se tiene de la mujer directiva, donde se cuestiona desde quién es hasta si puede o no compaginar la familia y el trabajo, igual como sucede siendo investigadoras.
“La visión que tenía y con la que me quedo es con la idea del empoderamiento en la mujer, eso puede asustar a algunos, pero también había muchos aliados que lo veían desde otra perspectiva había esas dosis de acercamiento de la universidad y sus participantes”, comentó.
En su intervención Elena Tapia Fonllem destacó también los esfuerzos que se han hecho para demostrar y convencer de que la investigación desde la perspectiva de género es científica y debe ser tomada en cuenta, y cómo la actividad feminista y académica ha contribuido a dotar esta fecha de un contenido importante para seguir reivindicando los derechos y lo que nos falta por hacer.
“Coincido en que básicamente desde las universidades hemos podido hacer diagnósticos, demostrar que hay desigualdad por razones de género, hemos avanzado en abrir programas educativos específicamente de género. Pero la entrada cada vez más creciente a los mercados de trabajo y a las universidades de las mujeres ha cimbrado espacios de desarrollo y ha ocasionado una serie de problemas que nos obliga a repensar cómo podemos repensarlos”, señaló.
Resaltó la importancia de hacer intervención para la prevención y atención de la violencia de género y de que se debe seguir insistiendo en el aporte de la investigación en este sentido para seguir visibilizando todas las discriminaciones y espacios donde se da la discriminación.
“A lo logrado hasta ahora para abrir camino a los estudios de género y programas educativos hoy se suma la tarea de estar vigilantes y ver qué podemos retomar en nuestras respectivas universidades en relación a esta revolución, al curriculum en educación superior, esto es urgente, si algo podemos celebrar es que lo realizado en la academia desde esta perspectiva ha servido para un mayor conocimiento de la situación, conocimiento de sus derechos y refrendo de seguir peleando por el respeto a los derechos de las mujeres y las niñas”, enfatizó.