Elías Quijada//
Tener una educación nutricional, alimentación equilibrada y actividad física son los tres ejes esenciales para controlar o bajar de peso de manera ordenada y coadyuvan a evitar riesgos de padecer patologías a múltiples niveles, señalaron los médicos pasantes María del Rosario Sánchez Morales y Jesús Alejandro Mata Duarte.
Los estudiantes de la Licenciatura en Medicina de la Universidad de Sonora, quienes realizan el servicio social en el Programa de Salud Estudiantil de la Dirección de Apoyo a Estudiantes, participaron en la conferencia virtual donde se abordó el tema Fármacos para bajar de peso y productos milagro.
En su intervención María del Rosario Sánchez Morales dijo que la obesidad y sobrepeso tiene una prevalencia muy alta desde edades tempranas, este problema nutricional es un destacado factor de riesgo para un elevado número de patologías a múltiples niveles; ante ello, es fácil justificar las necesidades de que se dediquen importantes esfuerzos a su prevención.
Las tendencias de obesidad y sobrepeso en México muestran un significativo incremento en las últimas encuestas nacionales y se ve reflejado en el incremento de las enfermedades crónicas no transmisibles, además de un mayor consumo de agentes para pérdida de peso, comentó.
Dijo que el sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos, el cual se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros.
Sánchez Morales dio consejos básicos para mantener lograr el peso ideal como reducir la cantidad de sal, incluir en la dieta diaria abundante fruta, vegetales, cereales enteros y productos frescos y de temporada, evitar o reducir al máximo el consumo de bebidas alcohólicas, azucaradas y gaseosas.
“También beber abundante agua, pues el cuerpo mantendrá a raya las ganas de comer y el metabolismo funcionará de una forma mucho más ajustada, y evitar el sedentarismo y realizar actividad física”, añadió.
Por su parte, Jesús Alejandro Mata Duarte manifestó que las generalidades de productos milagrosos son sustancias, actividades o servicios con aparente finalidad sanitaria, pero que realmente ponen un riesgo para la salud de los consumidores y usuarios.
Entre los productos más referidos son los licuados productos de Herbalife, en segundo lugar, los tés y pastillas entre los cuales los más mencionadas fueron el té de tlanchalagua, el té rojo y el té verde y en tercer lugar la linaza, citó.
En su participación reveló que los productos milagro se pueden reconocer porque suelen aparecer en ciertas épocas del año, utilizan personajes famosos, en la publicidad, a veces, aparecen imágenes de antes y después, así como su una nota aclaratoria que dice no causar efectos secundarios pues son totalmente naturales.
“Se comercializan en lugares no confiables, suelen presentarse en precios elevados, en muchos casos la empresa comercializadora no identifica el domicilio mercantil, y no está registrada ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios”, abundó.
Durante la conferencia virtual, Mata Duarte retomó algunos ejemplos de productos milagrosos como los diuréticos, los cuales producen una rápida perdida de líquidos, lo que se traduce en una disminución del peso corporal; los laxantes, aunque son útiles en algunos casos de estreñimiento, este problema también se puede resolver con cambios en la alimentación, incremento en el consumo de líquido y actividad física; el uso abusivo de laxantes fuertes puede provocar parálisis intestinal, pancreatitis o hemorroides, entre otros problemas.
La fibra se emplea para aumentar la sensación de saciedad y comer menos, ya que las fibras solubles tienen la capacidad de captar agua y forma geles que retrasando la velocidad del vacío gástrico; por otra parte, las fibras insolubles aumentan el volumen de las heces y evita el estreñimiento.
“En muchos casos el uso de estos productos se debe a que constituyen un esfuerzo psicológico para mejorar los hábitos de vida. En cualquier caso, no deben utilizarse durante periodos prolongados de tiempo sin la supervisión de un profesional sanitario”, concluyó.