Con la mesa de reflexión temática Desarrollo social en México: Temas y desafíos para las políticas públicas, a través de las aportaciones puntuales de los académicos Maren Von der Borch, Gabriela Noriega Valencia y Rafael Martínez González, el pasado viernes concluyó de manera virtual en la Universidad de Sonora la IV edición de la Semana Nacional de las Ciencias Sociales.
Los temas abordados fueron Pandemias y desarrollo social: Tres desafíos y una provocación; Desafíos y oportunidades para integrar la igualdad de género en las políticas públicas en México, y Democracia y el desarrollo social en México.
Maren Von der Borch, profesora investigadora del Departamento de Trabajo Social de esta casa de estudios afirmó que durante la pandemia vigente algunos indicadores sociales se han agravado tanto en Sonora como en el país y el resto de América Latina.
“Quiero retomar aquí solo tres de ellos: los incrementos en la desigualdad; el deterioro ambiental y la violencia social. Pienso que es muy importante encaminarnos a dar solución a estos problemas, para estar en condiciones de llevar las pandemias que pueden seguir, de mejor manera”, sostuvo.
Planteó que están surgiendo una serie de propuestas, muchas de ellas muy interesantes, pero que en el fondo se pueden sintetizar en una sola: tenemos que transitar hacia una sociedad en la que se respetan los derechos humanos (incluyendo los sociales, económicos, culturales, etc.).
“Todos sabemos que –en el papel- tenemos una amplísima variedad de derechos ya que no sólo se trata de lo estipulado por la Constitución sino también por los tratados Internacionales firmados por México (220 hasta el 2017, según el Dr. Miguel Carbonell) y los derechos no escritos, derivados del derecho constitucional a una vida digna”, indicó la académica universitaria.
En este contexto, se preguntó ¿qué podemos hacer para avanzar hacia el cumplimiento de todos los derechos, de todos los mexicanos? y dijo que Miguel Concha, uno de sus defensores más importantes desde la sociedad civil, propone priorizar a las demandas que vienen desde abajo y acompañar a las luchas sociales y populares en la defensa, precisamente, de sus derechos.
Retos en la igualdad de género
Por su parte, Gabriela Noriega Valencia, académica adscrita al departamento de Agricultura y Ganadería de la Universidad de Sonora y quien forma parte del Núcleo Académico de la Maestría en Desarrollo Social, destacó los retos, desafíos y oportunidades para integrar la igualdad de género en las políticas públicas en México.
Dijo que los retos siguen siendo los datos, la persistencia de la falta de equilibrio de género a partir las decisiones claves en diversos espacios públicos y privados sobre actividades que pueden aumentar o disminuir los efectos de las crisis que atravesamos.
“Las decisiones que se tomen hoy sobre infraestructura, por ejemplo, tendrán un impacto a largo plazo; al respecto hay una sensación continua de urgencia”, expresó la también docente en la Universidad Estatal de Sonora.
Noriega Valencia señaló que, sin lugar a duda, hay una narrativa, avances, tanto a nivel regional como nacional en un proceso donde se observa el incremento de la feminización de la pobreza (incluye la energética), especialmente la rural.
“La mujer sigue realizando trabajo no remunerado, en condiciones de precariedad y riesgo y existe un desigual acceso de las mujeres a los recursos productivos”, reiteró.
Sostuvo que la perspectiva de género tiene que estar en las políticas y los programas derivados de éstas de forma central. “No puede llegar tarde, con falta de financiamiento; debe ser central en las políticas sanitarias, educación, cuidados, climáticas, de desarrollo sostenible, así como de reducción de desastres”.
Gabriela Noriega consideró que la igualdad de género es necesaria para rebasar las crisis de salud y climática, teniéndose que ver lo estructural: los presupuestos nacionales.
“Hay que revisar el 98% del presupuesto nacional federal público y no seguir aceptando el 2% asignado para la igualdad de género”, advirtió. Inclusive, dijo que a nivel mundial se debe tener presentes la Agenda de Cuidados y transversalizarla a todos los sectores a nivel nacional.
“Debe hacerse una transición laboral justa; no podemos quedarnos solamente con programas que tienen a mujeres como beneficiarias; hay que impulsar e ir a los grandes programas, a las negociaciones regionales, negociaciones macro y no darles a las mujeres lo que sobra”, comentó, lamentando que los grandes gastos mundiales se estén yendo a las manos equivocadas para lucrar con la pobreza y con el daño a la naturaleza.
Asimismo, puntualizó en que existe el desafío de incluir la interseccionalidad en las políticas nacionales de clima y energía y que, incluso, de no erradicarse la división sexual del trabajo, se agregará más carga a las mujeres.
Cerró su intervención con la reflexión: “A las mujeres les dan gallinas mientras que a los hombres les dan tractores. ¿Cómo se relaciona una persona para enfrentar la pobreza con tractores frente a una que lo hace con gallinas? Las mujeres en lo micro (Reyes, E., 2021)”.
Promesas y oleadas de la democracia
A su vez, Rafael Martínez González: profesor en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de las universidades Anáhuac y la Nacional de México, planteó el tema de las promesas de la democracia en el desarrollo social en México, preguntándose si es cuestión de inercias de sumarse en las recientes oleadas democráticas o los cambios estructurales que se han dado en ese proceso.
“Son oleadas electorales de alternancia relacionadas con índices de marginación y alternancia, que no significa democracia, pero si la posibilidad de que haya un cambio de gobierno”, dijo.
En su intervención en el evento virtual convocado por el Consejo Mexicano de Ciencias Sociales, habló sobre diferentes tipos, conceptos y mecanismos sobre la democracia y la búsqueda de favorecer el bienestar ciudadano.
Afirmó que los intereses deben ser de los ciudadanos y no de particulares o partidos políticos, pero que sin embargo se ha transformado en oligarquía en un contexto social limitado para que la democracia llegue a la mayor cantidad de espacios posibles.
Se lamentó del malestar existente por una democracia que se resume en el campo de la representación—critica— por interés y prácticas de corrupción electoral; desigualdad económica expandida en términos y pobreza y que la distribución de la riqueza ha empeorado la condiciones de vida de la gente.
Mensaje de clausura
Ana Gabriela Rodríguez Pérez, profesora del Departamento de Sociología y Administración Pública, integrante del Núcleo Académico de la Maestría en Desarrollo Social y encargada de la coordinación de esta, agradeció la participación de todos los invitados diciéndoles que sus aportaciones contribuyen a la generación de espacios de formación integral para las y los estudiantes del posgrado.
“En este positivo diálogo hemos hablado de posturas críticas, propositivas, mirando y cuestionando sobre los vínculos entre la democracia y el desarrollo social, procesos que van al mismo tiempo, de manera paralela, con avances y también retrocesos”, dijo.
Consideró que fue muy relevante replantear de fondo cómo se tienen promesas no cumplidas a partir de la idea de modernidad democrática, lo que ha terminado por construir una desigualdad estructural atravesada por el género como categoría de exclusión social y que ha puesto en una mayor vulnerabilidad a las mujeres, particularmente cuando se presentan fenómenos de riesgo como desastres naturales, pandemias, crisis económicas, políticas o socioculturales, entre otras.
“Si queremos un verdadero desarrollo social tenemos que disminuir esa brecha de desigualdad a través de políticas públicas que se sustenten en un plano científico, con datos e información, pero también en las necesidades de las personas a través de la inclusión de ciudadanos activos como agentes de cambio para que tengan voz y exijan en todo sentido un mejor país, concluyó.