Un sensor electroquímico para la detección y cuantificación de contaminantes emergentes, principalmente de aguas, derivado por residuos de medicamentos, desarrolló Amed Gallegos Tabanico, durante una estancia académica de dos meses en la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, Colombia.
“Fue una estancia corta, durante junio, julio y unos días de agosto, que surgió por la invitación del doctor Drochss Pettry Valencia, quien participó recientemente con una ponencia en un evento organizado por el Departamento de Investigación en Polímeros y Materiales de esta universidad”, expresó.
Amed Gallegos Tabanico, maestro de asignatura del Departamento de Investigación en Física (Difus) y candidato a doctor por el Posgrado en Ciencias de Materiales, compartió su experiencia y dijo que su trabajo comenzó a hacerlo desde aquí antes de planear, por la pandemia, el viaje a Colombia.
Se cumplieron con todos los protocolos y medidas sanitarias y se logró realizar la estancia, y como resultado, tenemos el sensor electroquímico para la detección y cuantificación de contaminantes emergentes, principalmente, por residuos de medicamentos.
Mencionó que los residuos de medicamentos son considerados los nuevos contaminantes de nuestras aguas en el planeta, pues viajan por el desagüe de los hospitales, y, al no contar con mecanismos adecuados y efectivos para su tratamiento, terminan en lugares donde son consumidos por peces, crustáceos y otras especies marinas que posteriormente son consumidos por la sociedad.
“En el presente trabajo se desarrolló un sensor electroquímico donde a partir del uso de electrodos serigrafiados (SPE) de grafito se logró la detección y cuantificación de Diclofenaco, Acetaminofén, Naproxeno e Ibuprofeno”, explicó.
Añadió que, a partir de este trabajo, se abre un camino en el desarrollo de sensores electroquímicos para la detección de diversos contaminantes emergentes, desde fármacos, toxinas, metales pesados, drogas, entre otros.
Dijo que ya existen otros métodos, pero son demasiado costosos y llevarlos de manera física al lugar de la toma de muestras es complicado y tardado. “Ahí es donde entra la parte de electroquímica con la que estamos trabajando para desarrollar equipos de fácil traslado y rápido proceso de análisis, de tal manera que podemos tener los resultados en el mismo lugar de la toma de las muestras con un alto grado de respuesta y precisión”.
Amed Gallegos señaló que el costo del sensor que han desarrollado es mucho más bajo, comparado con los métodos convencionales, y el análisis se puede realizar in situ, sin tener que llevarlo hasta el laboratorio.
Precisó que investigadores de la Universidad de Sonora ya trabajan en la modificación de superficie de los electrodos serigrafiados con polímeros de impresión molecular para aumentar la selectividad y especificidad de los electrodos para desarrollar biosensores que detecten Aflatoxinas B1, una de las principales causantes de cáncer de hígado en el mundo.