Paul Zavala Rivera, docente del Departamento de Ingeniería Química y Metalúrgica de la Universidad de Sonora, participa en un proyecto especial para la NASA junto con investigadores de la Universidad de Clemson, en Carolina del Sur, Estados Unidos.
Se trata del proyecto de creación de un mecanismo para la detección de contaminantes en el agua de misiones espaciales usando nanotecnología, mismo que desarrolla en coordinación con el equipo de trabajo el investigador Carlos Diego García Pérez.
En entrevista realizada en el reciente programa de Ingenio, que se transmite los miércoles por el 105.7 de Radio Universidad, el investigador dijo que esta colaboración inició con el contacto que estableció con García Pérez en una visita que realizó a esta casa de estudios en el año 2018 como expositor en la tradicional Semana Cultural de Ingeniería.
“De ahí comenzamos una comunicación por correo y diferentes medios para encontrar un arreglo entre las universidades para un programa de intercambio de estudiantes y maestros para prácticas y visitas”, comentó.
Recordó que García Pérez habló en su conferencia de la identificación de moléculas en el agua de pesticidas, plásticos, en concentraciones muy pequeñas que pueden generar problemas a la raza humana.
Agregó que una de sus áreas de estudio es la de nanomateriales y hablaron de la posibilidad de armar un proyecto de investigación juntos, cuando se publicó la convocatoria por parte de la NASA que quieren saber y/o detectar la presencia de materiales pesados en el agua que utilizan en la Estación Espacial Internacional (EEI).
Paul Zavala precisó que el agua que utilizan en la estación espacial se recicla lo más posible retomando todos los fluidos, desde el sudor, orina, lo que queda de los alimentos y hasta el vapor, pues lavar el agua en el espacio requiere de un proceso pesado, complicado y con alto consumo de energía.
“El agua, dentro del proceso en la EEI se descompone en hidrógeno y oxígeno, o se recompone en lo que se llaman celdas del combustible que utilizan esos dos elementos para producir energía, aparte de los paneles solares, y el residuo es el vapor de agua”, comentó.
Señaló que el mismo proceso de captura de la humedad en el ambiente de la estación, de las superficies y los intercambios de calor, puede generar contaminación, incluso cuando algún astronauta realiza una caminata y al regresar puede contaminar con diferentes tipos de metales y minerales del exterior que pueden registrarse en el agua que consumen.
Enfatizó que el asunto de la contaminación el agua en la estación espacial no es problema, no es grave, pero se espera realizar expediciones de más larga duración y visitar nuevamente la Luna y poner una base lunar, igual que viajar a Marte y poner una base marciana, y por ello se requiere cuidar más la calidad del agua.
Detalló que ellos trabajan un tipo de sensores, parecidos a las pruebas de embarazo, capaces de detectar si hay o no contaminación del agua, y quieren que este dispositivo sea capaz también de medir el grado de contaminantes que contenga el líquido, pero más práctico y fácil de usar, además de un menor costo.
Zavala Rivera reiteró que los detectores actuales funcionan con gravedad o con bastante contenido energético, “y la propuesta nuestra es sólo una tira de papel reactiva que marcará los niveles de contaminación”.
Finalmente, destacó que tienen apenas un mes trabajando con el proyecto y ya obtuvieron resultados altamente positivos.