Generar espacios que propicien diálogos públicos de especialistas del ámbito nacional con estudiantes y docentes de danza contemporánea es la intención con la que se realiza La Tejedora, Encuentro Universitario en Línea, organizado por el Colectivo Pájaro Mosca, A.C., en la Universidad de Sonora.
En este espacio virtual se busca abonar a las habilidades de los profesionales en formación a través de diversos talleres teóricoprácticos y un conversatorio, donde se comparten experiencias, se profundizan de manera práctica los aprendizajes y se reflexiona sobre la práctica escénica.
Del 9 al 13 de agosto se llevan a cabo las actividades del Encuentro en el que participan como organizadoras en la alma mater sonorense las académicas Luisa Guadalupe Castro Tolosa, coordinadora del programa de la Licenciatura en Artes Escénicas, opción Danza Contemporánea, y Luz Abigail Núñez Borbón, responsable del Laboratorio de Producción I, cuyos alumnos del séptimo semestre son los directamente beneficiados.
Pájaro Mosca se conformó en el año 2012 y se integró recientemente como Asociación Civil, está enfocada en crear, apoyar, producir y promover proyectos artísticos construyendo una nueva red de apoyo, está encabezada por Noemí Sánchez y Cristina Zamora, licenciadas en Danza Contemporánea por la Escuela Profesional de Danza, de Mazatlán.
En el encuentro destacan como talleristas las propias Noemi Sánchez, con Desde lo sensible, y Cristina Zamora, con el taller Ruido Ser y Silencio. Además de Penélope Inmotu, con el taller El cuerpo como territorio, y Ángel Hiram Salomón González, con el Taller de iluminación.
Gente activa
La bailarina y coreógrafa Noemi Sánchez en su taller Desde lo sensible habló de que el cuerpo es la historia más sensible, más tallada, más real.
La originaria de Aguascalientes considera su taller un recorrido para llegar a una emoción a partir de la musicalidad, “es un poco esa construcción por varias capas, y el segundo bloque es cómo darle forma o estructura a una idea, empezando por imaginarla, antes de realizar un gran proyecto tener una semilla”, señaló.
Para realizar el proyecto La Tejedora se invitó a gente activa, que está movilizando su trabajo en el gremio de la danza, no es quizá la que está de moda o los más nombrados del gremio, pero sí se han logrado colocar a partir de lo que están haciendo, destacó Noemí Sánchez, enlazada desde Costa Rica.
“¿Qué conformó el equipo? Que somos amigos y trabajamos cosas muy distintas, no hemos trabajado en conjunto, pero nos apoyamos y nos hemos vuelto una red de gente joven que estamos asistiendo a festivales y es bonito compartir este trabajo y la experiencia que vamos ganando con los que están en formación”, resaltó.
Noemi Sánchez se mostró agradecida con la Universidad de Sonora y las académicas que acogieron el proyecto La Tejedora, mencionó que ya desean conocer la institución y que si esto ha sido una grata experiencia desde lo virtual, está segura que en lo presencial va a ser aún más enriquecedora.
Pájaro Mosca está constituida en Aguascalientes y opera desde la ciudad de Guanajuato, donde radica Cristina Zamora, actualmente becaria del Fonca Creadores Escénicos con el proyecto Estribillo de Papel.
En su taller Ruido Ser y Silencio, la bailarina juega a crear desde el canto interno. “Si traducimos fielmente el sonido a nuestro cuerpo, la música podrá verse. Trabajamos desde la sensación y también desde la exactitud del ritmo, callando al principio nuestros impulsos cotidianos para escuchar nuestra real necesidad de ser, imaginar y sentir el silencio y el sonido.
“Ruido Ser y Silencio es un laboratorio para explorar a partir del sonido, cómo éste nos puede dar información o ser nuestro maestro para hacer texturas y calidad de movimiento, si nos quedamos perdidos a la hora de crear, nos puede dar otro impulso”, compartió.
Explicó que el programa de actividades inició con su participación, continuó Penélope InMotu, luego Noemí Sánchez e Hiram Salomón, y que todos participarán el viernes 13 de agosto en el conversatorio, donde esperan crear vínculos con los estudiantes para generar esta congruencia de La Tejedora, a través de una red en la que puedan ir creciendo más.
Desde Saltillo y Mazatlán
Por su parte, Penélope InMotu, licenciada en Relaciones Internacionales, bailarina independiente y gestora cultural, dijo que su taller El cuerpo como territorio “es la exploración de todos estos bagajes que están detrás de nuestra propia existencia. Nuestro cuerpo es un territorio por sí mismo, nuestra mente, nuestras emociones y cómo eso se traduce al gesto y eso da información de la exploración de cada uno, de lo que habita, de lo que hay en mí ahora”, reveló.
Conectada a través de la plataforma Zoom desde Saltillo, Coahuila, destacó que la idea principal del encuentro es aportar a las habilidades blandas de los profesionales en formación, compartir la experiencia que se va generando cuando egresan, y desean que esto que han ido experimentando en el campo de trabajo les sea de utilidad a la nueva generación de estudiantes de danza contemporánea.
“Somos personas con muchas movilidades, siempre estamos entre un lugar y otro, y poco a poco vamos encontrando otros y más personas. Los talleres están hechos desde la generosidad y queremos que toda esa gama de personas, de lugares, de espacios con los que hemos trabajado se los podamos ofrecer de una manera más sencilla.
“La danza es evolutiva y se nota, si ves cómo inició la escena de la danza y ves a los bailarines de ahora, esa evolución es por la generosidad; en ese sentido, hay que aportarle mucho, somos un arte vivo, generoso, y nos va a llevar a alcanzar nuevos niveles como persona y en el campo de la danza, que a veces es muy complejo”, agregó.
A su vez, el diseñador e ingeniero en Iluminación Ángel Hiram Salomón González, en su Taller de iluminación quiso dar a conocer los nombres y características de los diferentes tipos de luminarias,
así como la forma de direccionarlas para generar luz concreta o difusa. También buscó definir los procesos de montaje, grabación y desmontaje, para optimizar el tiempo en el escenario.
“Hay que entender la luz como una herramienta para crear espacios y complementar la narrativa de las coreografías, así como aprender las distribuciones básicas de luminarias para poder generar los planos necesarios para sus obras”, dijo en enlace desde Mazatlán, Sinaloa.
El especialista en iluminación escénica compartió que su taller fue pensado unificando dos conceptos en el ámbito de la iluminación: el lado técnico, que solamente se trata de colocar luminarias, y el lado creativo de ver la luz como una herramienta para generar un discurso, y a su vez cómo hermanarlos con el discurso de la propia coreografía.
“Los estudiantes de danza o egresados, en muchas ocasiones no tienen la menor idea de qué hacer en el teatro, no saben qué solicitar y se ven en la necesidad de tener que convertirse en diseñadores de iluminación, de saber cómo comunicarse con un teatro a través de los ángulos de la luz. Es importante que sepan cómo pueden vestir una obra completamente sólo con la luz, sin necesidad de una escenografía, cómo pueden transmitir sentimientos y cómo la luz nos sirve para proyectar ese discurso”, dijo Hiram Salomón, quien trabaja con la compañía Delfos Danza Contemporánea.
Vinculación entre jóvenes
La académica Abigail Núñez señaló que la intención de la Licenciatura en Artes Escénicas, especialmente de la opción Danza, al alojar este proyecto, tiene que ver con el vínculo que pueden hacer los estudiantes con este movimiento joven que trae impulso, mucha fuerza y otras ideas para aproximarse al cuerpo en movimiento, a la composición, a los proyectos en sí, y que resulta no sólo estimulante sino viable para sus propios proyectos.
“Nos interesaba ese vínculo con el ámbito profesional no porque no lo tuvieran a través de otros eventos, pero que tal vez por la diferencia generacional las ideas no conectan de la misma manera como puede hacerse con estos movimientos que son con jóvenes, que se vinculan de manera más orgánica y que pueden impulsar los proyectos de los estudiantes de la licenciatura. Queremos vincular a nuestros alumnos con otros jóvenes artistas que están en activo, que están haciendo cosas importantes en el ámbito de la danza para que vean que sí se puede”.
Mencionó que los alumnos están disfrutando mucho, porque ante la migración obligada al sistema en línea, que ya resulta un poco tedioso, esto viene a refrescar la experiencia, viene a darle otra perspectiva, porque les permite interactuar con artistas en diferentes lugares geográficos que en modalidad presencial sería poco probable que pudieran coincidir. “Es darle esta vuelta de perspectiva a lo que podemos hacer en la modalidad en línea y cómo podemos seguir generando redes y relacionar a los estudiantes con otros artistas que están en el mundo a través de estas plataformas”.
Agradeció por la experiencia y dijo que va a ser un punto de partida, pues van a considerar todas las herramientas que se están tejiendo dentro de los talleres para desarrollar la propuesta coreográfica con la que se busca terminar el laboratorio que dirige.