Jesús Alberto Rubio//
La sociedad sonorense ha transitado por distintas etapas con importantes avances para la comunidad Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transgénero (LGBT), impulsados principalmente por parte de organizaciones de la sociedad civil, agrupaciones, colectivos, estudiantes, ciudadanos, artistas y académicos, afirmó Andrea Esperanza Zatarain Olivas, egresada de la Maestría del Posgrado Integral de Ciencias Sociales de la Universidad de Sonora.
Por parte del Estado, advirtió, hace falta un mayor compromiso, tomando en cuenta que Sonora es de los pocos que no ha avanzado, por ejemplo, en materia de matrimonio igualitario.
Planteó la importancia de tener conocimiento de la concepción de los significados de género y sexualidad en la sociedad contemporánea o su transformación desde los años ochenta al día de hoy.
Recordó que en cuando realizó su tesis de licenciatura en la Licenciatura en Sociologia en esta misma casa de estudios,se enfocó en el estudio de la identidad y las representaciones sociales.
“Más reciente, para titularme de la Maestría en Ciencias Sociales, la investigación que hice se enfocó en los significados de género y sexualidad”, dijo.
El título de su trabajo de tesis de posgrado fue Significados de género y sexualidad en las relaciones erotico-afectivas entre mujeres, con enfoque interdisciplinario y se presentó el 15 de abril de 2021.
Al compartir antecedentes que a su consideración permiten visualizar ciertos avances y transformaciones para esta población de diferentes identidades de género y sexualidad (LGBT), señaló que a esa comunidad más reciente se le denomina Lesbianas, Gays, Bisexuales, Travestis, Transexuales, Transgénero, Intersexual, Queer y Asexuales (Lgbtttiqa)
En esa narrativa histórica, informó, tuvo la asesoría del académico Guillermo Núñez Noriega, académico del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo A.C, campus Hermosillo.
Contexto histórico
Andrea Zatarain indicó que para hablar de los avances de la comunidad LGBT en Sonora, es importante ubicarse en un contexto histórico de cuando el 27 de junio de 1969 fue la primera vez que se luchó contra el sistema que perseguía a quienes transgredían lo establecido en cuanto género y sexualidad, señalando que a aquel acontecimiento se le conoce como los disturbios de Stonewall en Nueva York.
El surgimiento de esa manifestación dijo, dio lugar a que a principios de los años setenta naciera en México y en otros países de Latinoamérica, el Frente de Liberación Homosexual.
“Consecuentemente, aparecieron agrupaciones lésbicas (Ákratas, Lesbos, Oikabeth) y gays (Sexpol, FHAR) por mencionar algunas de nuestro país”, añadió.
De esa manera, afirmó que fue como el movimiento LGBT gestó un activismo de lucha política sin precedentes al disparar la conciencia política que buscaba la plena ciudadanía, el respeto a los derechos humanos, la no discriminación, la inclusión y la transformación social.
Asimismo, mencionó que, en nuestra entidad, las personas que viajaban a Estados Unidos comenzaron a enterarse del movimiento y surgió la noción de formar parte de una comunidad internacional.
“Éste fue uno de los primeros efectos que tuvo el movimiento en la región; la conciencia de pertenecer a una comunidad mundial. Sin embargo, el paso hacia la formación de organizaciones civiles tomó mayor tiempo y se vio afectado por la epidemia del SIDA en los ochenta”, explicó.
Por ello no fue extraño, agregó, que se haya fortalecido una ala conservadora y homofóbica de la sociedad que dificultó la posibilidad de autoorganización.
No obstante, recordó que aparecieron organizaciones como Acción ciudadana contra el SIDA (Acsida) y De ciertos amigos, que se convirtió en la primera organización de hombres gays en Sonora, lo cual fue impulsada por el antropólogo norteamericano David Eyne.
Conciencia sobre la diversidad sexual
Andrea Zatarain comentó que es importante mencionar cómo a finales de esa década la conciencia sobre la diversidad sexual se vio estimulada por la obra de escritores como Darío Galaviz y Abigael Bojórquez, así también los grupos de danza contemporánea y por la producción académica, lo que en conjunto construyeron un lenguaje distinto y público.
Hizo también referencia a que en los años noventa hubo muchos esfuerzos en ese campo por parte de diversas instituciones, como El Colegio de Sonora, La Red Fronteriza de Salud y Ambiente, y la propia Universidad de Sonora.
Asimismo, indicó, en 1992 se presentó públicamente en la Sociedad Sonorense de Historia la tesis de licenciatura en Sociología de Guillermo Núñez: Sexo entre varones; que abrió la conciencia de la homosexualidad y el campo sexual en Hermosillo.
En conjunto, planteó, la producción cultural y la acción institucional, crearon las condiciones para impulsar conferencias, talleres, pláticas, capacitaciones, charlas y otras actividades en temas de educación sexual.
“A principios del 2000 se llevó a cabo la primera marcha, a la cual acudieron 14 personas que pertenecían al Centro de Diversidad Sexual (Cedise); luego en los años siguientes, en el marco de los festivales de Diverciudad, se convocó a lo que llamaron Marchas de la Diversidad Sexual, pues en aquellas caminatas participaban la comunidad LGBT y los heterosexuales solidarios, heterosexuales no heterosexistas, grupos PETA y anarquistas, hombres y mujeres interesados en la educación sexual”, informó.
Así que, durante unos años, concluyó, la marcha del orgullo LGBT se llamó Marcha de la Diversidad Sexual y que fue hasta años posteriores que ésta comenzó a realizarse de manera continua el día 28 de junio, misma que es sumamente concurrida hasta nuestros días.