La combinación de la teoría y la práctica en toda formación académica siempre enriquecerán la creación y el aprendizaje, afirmó Jacqueline Flores Barceló, egresada de la Licenciatura en Artes Escénicas, especialidad Danza Contemporánea, de la Universidad de Sonora.
La académica, creadora e intérprete, señaló la importancia de lograr una óptima formación sobre la historia de la escena, danza, música, instrumentación y óperas, para desempeñarse de mejor manera dentro de la escena.
“La búsqueda constante es estar ‘empapado’ de conocimiento e información disciplinaria para dar una mejor conexión mente-cuerpo en toda creación coreográfica”, expresó al intervenir de manera virtual en el primer día del Festival de la Primavera 2021.
Jacqueline Flores recordó su introducción, en su niñez, al arte de la danza a través de una academia, en la que con toda emoción empezó a conocer el espectro de sus posibilidades en ese campo a partir del ballet, luego contemporáneo y el jazz, como una mezcla que enriqueció en ese periodo de su vida su formación inicial a los seis años de edad.
Hizo referencia que desde su ingreso a la licenciatura comenzó a disfrutar su formación académica con todo y ser rigurosa, con fuerte disciplina, exigencia de condición física en entrenamientos, procesos coreográficos y clases teórico-prácticas.
Dijo que sus docentes le hicieron entrar “a otro mundo que me hizo ver a la danza de otra manera, sus cualidades e historia misma, por lo que pronto comencé a analizar y preguntarme sobre mi formación, más social, crítica y a dar puntos de vista sobre situaciones actuales, poniendo en contexto todas mis visiones”.
Asimismo, comentó el hecho de la relevancia de tener herramientas como creadora/bailarina para poner algo tangible en escena, ya que consideró la importancia de la base teórica enriquecida con más información de todos los aspectos posibles para que la puesta en escena o desempeño como bailarina o intérprete sea lo más íntegro posible.
Indicó que en su trabajo crea una coreografía a partir de un discurso y que hay muchas formas para lograr un resultado mediante técnica y metodología. “Utilizar movimientos codificados, con carga emocional, estudio de cómo vas a transmitir y encarar públicos diversos. Para ello hay necesidad plena del entrenamiento, estudio, lectura, investigación y nutrirte de más aspectos vitales de nuestro arte”, añadió.
El entrenamiento, la investigación, subrayó, hará saber cómo el cuerpo va a expresar algo, la forma de decirlo, la razón de ello y con qué medios, ya que la danza contemporánea también es utilizar objetos dentro de la puesta de escena e intervención.
También habló de la importancia de saber si se tiene un lenguaje corporal definido y con significados particulares para transmitir algo al público. “La danza tiene una magia que puede llevar al público a diferentes maneras, siendo a veces como un espejo entre el intérprete y el auditorio”.
Los retos del egreso
Flores Barceló dijo que durante sus estudios y luego ya como egresada pronto comenzó a hacer coreografías y trabajó con una de sus académicas en diferentes espacios artístico-culturales de Hermosillo.
“En ese periodo pude crear, bailar, estar en un escenario, exponer, conocer cómo gestionar, dejar los temores por un lado, y siempre pensando en que perderemos más si no preguntamos y no hacemos. Por ello hay que aventarnos, buscar, tocar puertas, bailar con alguien, investigar, estar presente en ensayos de condiscípulos o profesionales”, indicó.
Consideró que la disciplina académica y ya en el plano profesional genera una enseñanza muy fértil para saber cómo estar mejor en escena a través de funciones en las que se puede transmitir el discurso coreográfico.
“No hay edad para encontrarse con la danza; por supuesto que si hay una formación académica o de conservatorio, será mucho mejor, aunque el talento y disciplina, más la técnica, condición física y lenguaje, contribuirán a su enriquecimiento a cualquier edad”, comentó.
La danza en tiempos de pandemia
Antes de la pandemia por la covid-19, recordó que los profesionales de este campo artístico también se daban a la tarea de estar, más allá de los teatros tradicionales, a la búsqueda de espacios urbanos, alternativos, por ejemplo en viejas casonas, para exponer o formar parte de nuevos gremios de colegas.
Hoy, en este difícil contexto de aislamiento social, señaló que el trabajo virtual mediante una pantalla no muestra todos los ángulos del movimiento del cuerpo. “Enfrentamos el cómo cambiar la metodología de lo presencial a lo virtual; un gran reto para transmitir el conocimiento y educar mejor a los alumnos”, y puntualizó que ya se han ido acostumbrando, después de casi un año, de ver la modificación de clases para ser efectivos como docentes.
Jacqueline Flores dijo que hoy en su trayectoria tienen la necesidad de expresión y compartir lo que piensa y sabe de la disciplina, y que como docente busca siempre la forma de alentar o nutrir a sus alumnas, y ya como bailarina o creadora, de hablar mediante una pieza coreográfica. “Este arte significa una responsabilidad social para que las discípulas aprendan la disciplina, y como ser humano, qué es la parte crucial del desarrollo íntegro de una persona”, concluyó.
Brillante trayectoria
La expositora invitada recibió el Premio Universidad de Sonora a la Trayectoria Estudiantil 2017 por su trayectoria y sobresaliente desempeño académico como estudiante del Programa de Artes Escénicas de la División de Humanidades y Bellas Artes de la Unidad Regional Centro, en la ceremonia del 75 Aniversario de la Universidad de Sonora.
Ha tenido la oportunidad de nutrirse en distintas ciudades de México, Cuba, España y Costa Rica, y entrenarse con maestros y coreógrafos como Zaha Santacruz, Adriana Castaños, Miguel Mancillas, Estefanía Dondi, Marko Fonseca, Mario Blanco, Karen y Allen Kaeja, José Corral, Solange Lebourges, Luke Jessip, Bèla Földi, entre muchos otros.
Ha colaborado con distintos coreógrafos y colectivos, como Colectivo Priekopnñik Veveriča, Biatch Danza Lab, UNA Danza Joven y Creaxicanas.
Actualmente se desempeña como docente, creadora e intérprete; sus piezas coreográficas Tenía Alas, Parure y Capítulo Cinco: hace un café y dos ramos de flores se han estrenado en varios estados de México y Costa Rica.