Aleyda Gutiérrez Guerrero/
“Todos hemos pasado por algo difícil y todos hemos tenido problemas de salud mental; las estadísticas dicen que por lo menos una de cada cinco personas antes de la pandemia teníamos algún problema que podía ser diagnosticable”, resaltó Nadia Saraí Corral Frías, académica del Departamento de Psicología y Ciencias de la Comunicación (Psicom).
La integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel 1 dijo que antes de la covid-19, el 17% de las personas en México presentaban al menos un problema de salud mental en un momento dado. Pero lo más lamentable, señaló, es que sólo una de cada cinco personas que lo necesitan recibe tratamiento.
“Es importante abordar por qué: en parte tiene que ver que el 2% del presupuesto en salud en México se destinó a salud mental, cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda que se invierta entre el 5 y el 10%. Y que el 80% en el gasto de salud mental se emplea para la operación de los hospitales psiquiátricos, mientras que se destina muy poco a detección, prevención y rehabilitación”, destacó.
Lo anterior, indicó Corral Frías, afecta a las personas no de una manera estandarizada, hay personas más vulnerables, como las personas de la tercera edad, padres y madres cuidadores, mujeres, miembros de la comunidad LGTB+, así como gente en situaciones de pobreza, y que son estas mismas personas quienes están aún en mayor riesgo durante la pandemia de covid-19.
“Esto es debido a que tenemos menos acceso a cosas que nos pueden ayudar a tener una mejor salud mental, como el apoyo social, experimentar el afecto positivo, aplicar estrategias sociales para regular el afecto, usar experiencias gratificantes para compensar las emociones negativas, por mencionar algunas”, apuntó.
Señaló que toda esta problemática se puede abordar desde la Psicología, que es una disciplina que puede estar en todos lados, y que en lo personal, como investigadora, le gusta saber qué es lo que causa que las personas se sientan bien o mal, porque existen muchos factores que pueden predecir si tenemos bienestar: biológicos, sociodemográficos, psicológicos, ambiente sociofísico.
La neurocientífica impartió la conferencia sobre la disciplina y la profesión de la Licenciatura en Psicología: La intervención del profesional de psicología en la salud mental en el contexto de confinamiento, en el marco de la Feria virtual de orientación educativa de la División de Ciencias Sociales.
Dijo que las neurociencias son ciencias multidisciplinarias, al igual que la psicología, que como define la Asociación Americana de Psicología es el estudio de la mente y el comportamiento y tiene muchas ramas: experimental, biológica, cognitiva, desarrollo de la vida, personalidad, social y ambiental.
La profesora investigadora del Departamento de Psicom dio datos históricos de cómo surge esta disciplina, entre éstos destacó que antes de la segunda guerra mundial, la psicología tenía tres misiones distintas: curar enfermedades mentales, hacer que la vida de todas las personas fuera más productiva y satisfactoria, identificar y nutrir el talento humano.
Y agregó que justo después de la segunda guerra mundial hubo dos eventos, ambos económicos, que cambiaron la faz de la psicología, y fue que surgieron los institutos de financiamiento: se fundó el Instituto Nacional de la Salud en Estados Unidos (NIH) y el Instituto para Veteranos, ambos tenían el objetivo de querer curar.
Desde ese entonces esta disciplina comenzó a tener un enfoque en patología y se empezó a hablar en términos como síntomas, trastorno, patología, enfermedad, diagnóstico, tratamiento, médico, paciente, clínica; pero últimamente, admitió, se está empezando a cambiar esto en las ciencias de la salud, en donde en lugar de tener un énfasis en tratamiento se ve más la prevención y el mejoramiento de la salud.
“Lo que estamos haciendo para poder cambiar este enfoque psicopatológico es investigar la salud mental desde muchos niveles, desde genes a circuitos a comportamientos, así como explorar las dimensiones básicas de funcionamiento y el rango de comportamiento humano.
Habló de algunos estudios que realiza con estudiantes universitarios en el laboratorio que encabeza en el Departamento, y compartió que también trabaja en el Estudio de Actitudes Sobre Covid-19 y Salud (Attach, por sus siglas en inglés), una iniciativa internacional en la que también participan investigadores de otras universidades de México, Estados Unidos y del Reino Unido.
Otros aspectos que tocó son las intervenciones que están surgiendo mucho durante covid-19, como son la telemedicina y las de una sola sesión. “Las charlas virtuales con psicólogos y las de una sola sesión tienen un efecto en una amplia gama de comportamientos y cambios cognitivos y conductuales que pueden mejorar la salud mental”.
Corral Frías estudió Psicología en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (Iteso), en Guadalajara, Jalisco; hizo un doctorado en Neurociencias y un posdoctorado en las bases psicobiosociales, con un enfoque en neurogenética en universidades de Estados Unidos.
Su charla se transmitió el pasado 4 de marzo a través del Facebook de la División de Ciencias Sociales, donde todavía está disponible para las personas interesadas.