Jesús Alberto Rubio//
El síndrome del corazón roto (cardiomiopatía de Takotsubo) presenta síntomas similares a los de un ataque cardíaco, como dolor en pecho y dificultad para respirar, una grave patología que por ser de alto riesgo puede conducir a la muerte, afirmó en Radio Universidad Aracely Angulo Molina, profesora de tiempo completo del Departamento de Ciencias Químico Biológicas de esta casa de estudios.
Entrevistada en el programa radial universitario A tiempo con la ciencia, la académica planteó que actualmente existen grupos de investigación que estudian la relación entre ese síndrome –una patología aún desconocida y difícil de aceptar para el grueso de la población, subrayó– y el estado mental relacionado con el manejo equilibrado de las emociones entre las personas.
Angulo Molina indicó que el síndrome se caracteriza porque de manera repentina y abrupta se siente un dolor agudo en la zona alrededor del corazón, falta de aire, palpitaciones aceleradas, taquicardia (incremento acelerado de la frecuencia cardíaca) “o una presión como si otro cuerpo estuviera encima de ti”.
Señaló que en la mayoría de los casos esa patología se confunde con un ataque al miocardio, aunque la sintomatología es muy similar, de ahí que sea confusa su tipificación, la cual fue reportada en el 2006 en Japón como definida y existente.
Dio a conocer que, precisamente, el nombre de ese mal –cardiomiopatía de Takotsubo—fue resultado de que los primeros que investigaron ese padecimiento fueron los japoneses. Inclusive, añadió, el nombre de corazón roto se derivó de aquellas manifestaciones similares al infarto al miocardio que se presentaron en mujeres y hombres que habían tenido una pérdida familiar o su trabajo; es decir, estaban bajo una situación de estrés muy elevadas.
Lo grave del estrés
Actualmente, señaló, los estudios indican que el estrés no solamente es una preocupación que puede ser detonado e incrementado por diferentes factores ambientales, químicos u otras sustancias, así como por las emociones extremas, sean de tristeza o felicidad. “El detonante del síndrome, incluso, puede detonar en aquellos individuos con una cierta susceptibilidad genética”, expresó al conductor del programa, Antonio Rascón Careaga.
Dijo que esa patología se presenta con mayor frecuencia en mujeres posmenopáusicas por presentar la característica de que en ellas pudo haber disminuido la cantidad de estrógenos, que son un factor protector; “sin embargo, si se agrega que tienen un historial clínico previo de trastorno psiquiátrico, depresivo y de estrés ambiental, la detonación es más fuerte”.
En lo general, señaló que eventos de presión emocional o profunda tristeza provocados por la ausencia o pérdida física de un ser querido, lleva muchas veces al ser humano a caer en un estado depresivo grave.
Por ello, dijo, el equilibro en el manejo y control de las emociones y positiva regularización del eje corazón-cerebro es fundamental para no caer en estados depresivos que pueden llevar a la muerte.
“Existe una conexión muy fuerte en esa relación, con estudios que han evaluado no sólo factores neurológicos, sino otras enfermedades –incluso genéticas y el medioambiente–, que puede llevar a detonar ese mal en las personas”, concluyó.