A cinco años de implementarse el programa transnacional de Entrenamiento Muscular para Sobrevivientes de Cáncer de Mama en la Universidad de Sonora, se han atendido alrededor de 350 mujeres en los campus de Hermosillo y Caborca, actividad que muestra la disposición y sensibilidad de la institución para este tipo de aspectos de soporte en salud, así lo dijo el coordinador del programa José Antonio de Paz.
El especialista en fisiología del ejercicio físico precisó que el programa desarrolla una metodología que es aconsejada por organizaciones científicas desde años atrás; inicialmente se inició en su universidad de procedencia (Universidad de León, España), después en Bogotá (Colombia) y desde hace cinco años en el campus Hermosillo y Caborca. Siempre con el apoyo y vinculación de universidades públicas, con criterios científicos y no comerciales.
“La metodología parte de un principio, toda vez que el cáncer de mama y el de colon, que son de los más frecuentes, son los cánceres que está demostrado guardan una mayor relación con la falta de suficiente actividad física. La Organización Mundial de la Salud reconoce que al menos un 20% de los cánceres de mama son atribuibles directamente a la insuficiente actividad física”, indicó.
Mencionó que la particularidad para el caso de las pacientes en Sonora es que se centran mucho en el entrenamiento de fuerza, y muchas veces los médicos tienen miedo al entrenamiento de fuerza y está demostrado que es tan beneficioso como nadar o correr; además, como consecuencia de las cirugías se producen dismetrías funcionales y dolores, donde este entrenamiento brinda beneficios.
“Cuando las cosas se hacen con un método, de forma científica, se disminuyen enormemente los posibles perjuicios e incrementan los beneficios. El entrenamiento de la fuerza no sólo produce disminución de la dismetría y quita el dolor del brazo operado, sino que produce otros efectos biológicos que los pacientes no los perciben, pero que a través de datos de biológica molecular y demás sí conocemos”.
Las mujeres interesadas en integrarse a este programa se recomienda hacerlo un mes y medio después de haber superado su cirugía; ahí se les medirá su fuerza máxima en cada uno de los grupos musculares que trabajamos, y con base en ellos se asignan cargas diferentes, de tal forma que cada una de las mujeres tiene una rutina de ejercicios personalizada, diseñada en función de su fuerza máxima. De esa manera nunca se les va a producir un daño, explicó el médico especialista en fisiología del ejercicio físico.
“Antes de incorporarse al programa se hace una valoración médica, donde se ve cuáles son los antecedentes y tipos de enfermedad, y la repercusión no solamente del tratamiento quirúrgico, sino también del tratamiento de quimioterapia, y especialmente en el sistema cardiovascular”.
El programa Entrenamiento muscular para sobrevivientes de cáncer de mama se desarrolla en las instalaciones del edificio 7M (anexo al Gimnasio Universitario), en horario de 8:00 a 10:00 horas, y de 17:00 a 19:00 horas; cada participante debe acudir a dos sesiones de 40 minutos en la semana; cabe señalar que es dirigido también por Ena Monserrat Romero Pérez, coordinadora de Programa de Licenciatura en Cultura Física y Deporte.
José Antonio de Paz destacó que la implementación y éxito del programa en Sonora, obedece a que la Universidad de Sonora, a través de la División de Ciencias Biológicas y de la Salud, se ha implicado muchos más, en comparación con la experiencia en los otros países, brindando además la oportunidad para que alumnos participen con prácticas profesionales y servicio social, aprendiendo bajo la supervisión directa de los docentes involucrados.
Mujeres sobrevivientes de cáncer de mama recomiendan ejercitarse
Carmen Alicia Alar le fue detectado cáncer de mama hace ya 17 años, la última vez que fue con el ginecólogo, tras varios estudios, le recomendó hacer ejercicios para fortalecer los huesos; desde hace un año se integró al programa por invitación de una amiga, con quien acude a las sesiones dos veces por semana.
“Considero excelente el programa, estoy encantada, se trata aquí de fortalecer todos los huesos y llegar fuerte a mis 80 años; es una atención excelente, son unas personas finísimas, igualmente las compañeras; yo les recomiendo que vengan, el único requisito es haber tenido cáncer de mama, no se arrepentirán, se trata de una atención de primera y gratuita”, expresó agradecida.
Por su parte, Silvia Elena Rodríguez Valenzuela, quien tiene cuatro años participando en el programa, menciona que años atrás a ella no le gustaba el ejercicio, y se brindó la oportunidad de acudir al programa; a la fecha dice estar encantada, pues empezó a mejorar mucho el músculo de los brazos, de tal forma que en los periodos de vacaciones extraña el entrenamiento.
“Aquí lo que menos se nombra es el cáncer, aquí venimos y estamos muy contentas, riéndonos; agradecemos a la Universidad de Sonora e invito a las personas que aprovechen la experiencia de los doctores y personal que se involucra en este programa, que está diseñado de manera muy profesional. El cáncer da la oportunidad de reinventarte y seguir adelante y vivir el día a día”.
María del Rosario Félix es una de las mujeres que se ha mantenido en el entrenamiento desde que inició el programa. Ella destaca que el programa también alimenta la actitud y eso permite darle ánimo a compañeras o amistades que se les detecta el cáncer.
“Estoy infinitamente agradecida con la Unison y el personal responsable que coordina la atención del programa; somos sobrevivientes y queremos seguir adelante en este espacio que está equipado para nuestro entrenamiento”.