El hambre y la desnutrición son problemáticas alimentarias que aún prevalecen a pesar de los altos índices de obesidad que existen a nivel mundial, de tal manera que 821 millones de personas no tienen los alimentos suficientes que les permita cubrir sus requerimientos mínimos de energía, señaló la docente e investigadora Trinidad Quizán Plata.
Con motivo del Día Mundial de la Alimentación, la académica del Departamento de Ciencias Químico Biológicas impartió la conferencia Hambre actual causas y consecuencias, en la cual participaron principalmente alumnos de licenciatura de dicha área departamental, y brindó el contexto actual de la problemática del hambre, qué lo causa y cuáles son sus consecuencias.
Tal efeméride “es un día alusivo para hacer consciencia de que el hambre, la pobreza y la desnutrición son situaciones que todavía existen, que no cesan aunque a veces se piensa que ya no hay hambre porque hay mucha obesidad, y eso no es así, se trata de un problema que se mantiene, que no es un asunto del pasado”, recalcó Quizán Plata.
Resulta preocupante el hecho de que 821 millones de personas no puedan acceder a la cantidad de alimentos que necesitan para cubrir sus requerimientos energéticos para tener una vida activa y saludable. Actualmente, el 1% de la población mundial acumula el 82% de la riqueza, y la desigualdad es uno de los principales factores que causan esta situación.
De acuerdo a datos del Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional 2018 y 2017, la desigualdad en términos laborales, de ingreso, sociales, de acceso a la educación y a la salud influye en las condiciones de pobreza y hambre. También “hay desigualdades por países: una familia alemana puede gastar 544 dólares semanales en comida, y adquiere grano, frutas, alimentos de origen animal y leguminosas que les aportan la cantidad adecuada de energía, vitaminas y minerales”, citó.
En cambio, “una familia de África gasta apenas 1.23 dólares semanales en comida y apenas adquieren agua y un poco de granos, eso no es suficiente y se quedan con hambre porque no cubren el consumo de energía que necesitan”, subrayó. Mientras que para el caso de México, son alrededor de 11 millones de personas quienes no tienen acceso suficiente de alimentos.
Otros factores que influyen son los conflictos bélicos, ya que este panorama provoca que disminuya la disponibilidad de alimentos, e incluso éstos se vuelven motivo de luchas; por otra parte, el cambio climático ha traído mayores de problemas de sequía, huracanes y terremotos, lo cual también agrava la disponibilidad de alimentos.