Fallece Roberto Ung Vázquez: talento, esfuerzo y valores marcaron su vida

Armando Zamora

En una entrevista concedida en 2023, la campeona olímpica más veterana del mundo, la húngara Ágnes Keleti, aseguró con firmeza que el secreto de una larga y exitosa vida era evitar mirarse en el espejo “y así uno puede imaginarse la edad que quiera”. Enamorada de la gimnasia, Keleti obtuvo nueve medallas, cinco de ellas de oro, en sólo dos Olimpiadas.

Con la misma pasión, el volibolista Roberto Ung Vázquez, académico y entrenador búho, enseñaba a sus estudiantes que el secreto de ser una deportista de excelencia era desarrollar el talento personal con grandes dosis de esfuerzo y poner el corazón en lo que uno hace para ser siempre mejor. Su máxima como entrenador —y como docente, funcionario y persona— fue siempre que el talento, cuando mucho, nos permite la sobrevivencia, pero el talento con esfuerzo nos conduce a la excelencia.

La gimnasta murió el pasado 2 de enero, siete días antes de cumplir 104 años; Roberto Ung falleció el sábado 18 de enero pasado, a escasas semanas de llegar a su 67 aniversario.

Nacido en Hermosillo el 26 febrero 1958, Roberto Ung Vázquez forjó una sólida y destacada carrera como volibolista. Congruente consigo mismo, su paso como jugador por las canchas universitarias, estatales y nacionales estuvo marcado por el talento, el esfuerzo y los valores que le fomentaron su familia y sus entrenadores; entre ellos, el inolvidable Gustavo Hodgers Rico, otro pilar del deporte universitario.

Si en Grecia clásica el deporte era algo vital, una parte esencial en la formación de las personas, una actividad lúdica y desinteresada, en Roma era importante únicamente para el desarrollo de una buena condición física y para servir al Estado cuando así lo solicitara. No cabe duda que el espíritu humanista de Roberto Ung abrevó en la cultura helénica.

Desde su etapa como estudiante universitario, “el Chino” Ung, como era llamado cariñosamente por quienes lo rodeaban, entendió la esencia y el espíritu que mueve al deporte universitario: el reforzamiento de los valores humanos, sociales y cívicos, que incluyen el respeto, la inclusión, la solidaridad, la integridad, la tolerancia, la equidad y el juego limpio.

Era claro que esos principios fueron los que marcaron su vida desde la infancia, cobijado por una familia en la que destacaba la unión y el afecto, y se preocupó por fomentarlos entre sus coequiperos en sus años como jugador; sus estudiantes, como docente, y sus jugadoras, como entrenador, pues siempre supo que la práctica deportiva en las instituciones de educación superior ayuda a los universitarios a desarrollar una ética de trabajo en equipo, a visualizar y enfrentar desafíos, a equilibrar sus responsabilidades académicas y deportivas, y a convertirse en profesionistas responsables y en mejores ciudadanos.

La nostalgia, la inmortalidad, el homenaje…

Como jugador tuvo una carrera muy rápida y destacada: representó a alma mater y a la selección Sonora en diferentes torneos estatales y nacionales; además, integró la selección mayor de México cuando todavía no cumplía los 20 años de edad. Tuvo invitaciones para jugar en equipos de otras entidades, pero siempre priorizó a los suyos y tomó la decisión de jugar solamente en Sonora para apoyar el negocio familiar.

En la primera mitad de la década del 80, la Universidad de Sonora le extendió la invitación para ser entrenador de los equipos de volibol de la institución, a la que Ung Vázquez aceptó agradecido, y con él a la cabeza, la máxima casa de estudios del estado obtuvo logros destacados al nivel estatal, regional y nacional, posicionando a la institución como un referente en el volibol mexicano.

Roberto Ung Vázquez fue entrenador de voleibol por más de 35 años. El 22 de agosto de 2022 recibió un merecido homenaje por parte de la Federación Mexicana de Voleibol y de la Asociación de Voleibol de Sonora durante la inauguración de la Copa Panamericana de Voleibol Femenil, que se desarrolló en la Arena Sonora, de Hermosillo.

Con “el Chino” Ung se va un destacado docente, un atento funcionario en el área del deporte universitario, un entrenador dedicado y con visión de futuro, y sobre todo una persona alegre, que se prodigó generosamente entre quienes lo rodearon, y un esposo y padre que formó una familia con la compacta materia del cariño. Con todo, Átropos no puede evitar que los universitarios tejamos las memorias personales que tenemos de Roberto Ung para construir con nostalgia su inmortalidad.

Este lunes 20 de enero se llevará a cabo una ceremonia luctuosa en las instalaciones del Gimnasio Universitario, a las 11:00 horas.

La Universidad de Sonora se une a la pena que embarga a familiares, especialmente a su esposa Gloria Clara Enríquez Labougle y a sus hijas Grecia y Argentina, y amigos de Roberto Ung Vázquez. Descanse en paz.