Beatriz Espinoza
Dada la amplia contribución de los profesionales de la enfermería en la mejora de la calidad de los servicios de salud en el país, por tradición se conmemora este 6 de enero el Día de la Enfermera, aunque desde 2021, se trasladó el festejo al 12 de mayo para unirla a la celebración internacional.
María Olga Quintana Zavala, quien es enfermera de profesión y de formación en las aulas de esta casa de estudios, en donde actualmente se desempeña como titular de la Dirección de Apoyo a Estudiantiles, comentó que el cambio de celebración fue para unirla a la fecha internacional por el nacimiento de Florence Nightingale.
Recordó que Florence fue conocida como “la dama de la lámpara” pues, durante el periodo de la Guerra de Crimea (1853-1856), coordinó los cuidados de enfermería proporcionados por 38 mujeres jóvenes a los soldados heridos en el hospital militar de Scutari, en Turquía.
“Ella tuvo una visión innovadora sobre la atención sanitaria que incluyó la introducción de prácticas básicas de higiene como la curación de heridas y la ventilación, así como la iluminación adecuada, reduciendo significativamente la movilidad entre los soldados, demostrando, igualmente la importancia de la práctica basada en evidencia a través de las estadísticas”, añadió.
Una fecha importante
Quintana Zavala recordó que el Día de la Enfermera continúa celebrándose el día 6 de enero a pesar del cambio por la costumbre de reconocer este día el trabajo y la contribución de las enfermeras y enfermeros a la salud y bienestar de la sociedad mexicana igual que el Día Internacional de la Enfermera
“La tradición de festejar a la enfermería en enero, no se pierde dada la amplia contribución de ella en la mejora de la calidad de los servicios de salud en el país y la importancia de reconocer y celebrar la contribución de las enfermeras y enfermeros a la salud y bienestar de la sociedad”, enfatizó.
La también funcionaria universitaria dijo que en la actualidad, la profesión de enfermería enfrenta nuevos desafíos, luego de haber demostrado su capacidad de adaptación durante la pandemia de COVID-19 donde supo adaptarse a situaciones de emergencia al responder a las necesidades de la población en todos los niveles de atención.
Mencionó las áreas preventivas en el nivel primario de salud en el ámbito de educación para la salud y la vacunación, así como en el segundo y tercer nivel atendiendo a las personas infectadas aún y cuando sus vidas y las de sus familias corrieran riesgo.
“La enfermería es una profesión eminente y socialmente femenina todavía en la actualidad debido a la visión de que la mujer tiene un don para preservar la vida”, comentó al señalar que esta área requiere mejorar las condiciones laborales de las enfermeras y enfermeros.
Dijo que la demanda del servicio de enfermeras y enfermeros se ve incrementada en los países en vías de desarrollo con una esperanza de vida más alta y la falta de inversión en la formación y el desarrollo de profesionales de la salud que se ve reflejado en movimientos sociales que demandan un trabajo decente, estable y justo.
Quintana Zavala estableció que la Universidad de Sonora ha sido pionera en la formación de profesionales de la enfermería para liderar el campo de la salud con conocimientos teóricos, prácticos y actitudinales que les permitan responder de forma adecuada a las múltiples problemáticas de la salud de la sociedad.
“Su creación en el campus Hermosillo ha evolucionado desde la formación técnica hacia el posgrado y se ha trasladado tanto al campus Cajeme como al de Navojoa, siendo una de las carreras con más alta demanda por parte de los jóvenes sonorenses”, agregó.