Hemos llegado al final de un capítulo en nuestra vida: egresados

Olivia Paredes

Con sentimientos encontrados por culminar su etapa como estudiantes y emocionados por encontrar nuevas oportunidades ahora como profesionistas, los egresados del campus Navojoa se despidieron este viernes de la Universidad de Sonora en la Ceremonia de Entrega de Certificados de Pasante.

Nadia Yanira Jocobi Morales, egresada de la Licenciatura en Enfermería, quien representó a los jóvenes en la primera ceremonia, enfatizó que el día de graduación es un momento muy especial para todos: graduandos, padres y madres de familia, amigos, compañeros y maestros, pues representa un logro más alcanzado.

“Después de años de esfuerzo y dedicación, hemos llegado al final de este capítulo de nuestra vida. Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a todos aquellos que nos han apoyado en este viaje: a nuestros familiares, que han sido nuestra roca y fuente de motivación; a nuestros profesores, que nos han guiado y enseñado con pasión y dedicación.

“Y a nuestros amigos, que han compartido con nosotros momentos de alegría y dificultad. Hoy nos graduamos no solo con un título académico, sino con una nueva perspectiva, con habilidades y conocimientos que nos permitirán enfrentar los desafíos del futuro”, acentuó la recién egresada.

Se llevan aprendizaje

La Universidad de Sonora, enlistó Nadia Yanira, les enseñó a pensar críticamente, a resolver problemas, a trabajar en equipo y comunicarse de manera efectiva; además de enseñarles a ser líderes, innovadores y emprendedores.

“Pero más allá de los conocimientos académicos, la Universidad nos ha enseñado a ser personas, a ser respetuosos, empáticos y solidarios; a ser ciudadanos responsables y comprometidos con nuestra comunidad”, subrayó.

Jocobi Morales invitó a los jóvenes a enfrentar un nuevo capítulo en su vida ahora como profesionistas, pues estará lleno de desafíos, pero también de oportunidades en las cuales podrán aplicar todo lo aprendido a lo largo de su trayectoria académica.

“Así que les pido que no se rindan, que no se desanimen y que sigan adelante con pasión y determinación; que sean los líderes que nuestro mundo necesita y recuerden que, aunque nos graduamos, siempre seremos estudiantes.

“Que la curiosidad y el amor por el aprendizaje nos acompañen siempre; quiero dejarles un mensaje de esperanza y optimismo, un mensaje que nos recuerde que podemos hacer la diferencia. Felicidades, hoy es nuestro día y mañana es nuestro futuro”, añadió.

Por su parte, Sebastián Garibay Pulido, egresado de la Licenciatura en Contaduría Pública y quién rindió un mensaje en la segunda ceremonia en representación de los egresados, al lograr el mejor promedio de la generación, destacó un agradecimiento a los recién egresados por estar presentes en su graduación.

“Para mí este momento es un tanto agridulce, por la etapa de nuestras vidas que culmina y la nueva que está por comenzar; la dicha de poder coincidir con cada uno de los aquí presentes, en un tiempo y espacio destinado dentro de los miles de probabilidades existentes entre millones de personas y la inmensidad del mundo, eso es lo que más agradezco.

“Porque más allá de cualquier título o logro obtenido académicamente, lo más valioso es poder haber tenido la oportunidad de conocer a tan maravillosas personas que se encuentran aquí presentes, y otras que por cuestiones de trabajo y demás ocupaciones se encuentran ausentes”, señaló.

Garibay Pulido reconoció que, para él en un principio, el hecho de culminar la Licenciatura no era un logro tan satisfactorio, pues pensaba que ya había miles de personas allá fuera que habían pasado por lo mismo.

“Pero solo nosotros que estamos aquí en este momento sabemos los miles de sacrificios individuales, y colectivos de nuestras familias y personas que nos apoyaron para poder llegar hasta aquí. Cuántas mañanas luchamos contra nosotros mismos por levantarnos cada día de la cama, que personalmente fue uno de los mayores retos.

“Cuánto tiempo dedicado a prepararnos desde kínder, cuántas veces aguantamos calor, frío, hambre; cuánta distancia recorrimos para poder llegar a estudiar, unos a pie, otros más en autobús y cualquier otro medio de transporte. Así que deberíamos de sentirnos muy orgullosos y agradecidos ahora mismo”, resaltó.

Sebastián expresó que espera que la vida y sus peculiaridades siga cruzando sus caminos y lejos de verse como una competencia directa de profesión, se vean como amigos a quiénes puedan recurrir en momentos difíciles.

“De apoyo, tanto para recibir como para dar, pues diría un dicho muy conocido: somos arrieros y en el camino andamos. Les deseo que la vida les conceda los frutos que han sembrado con mucho esfuerzo y sobre todo que alcancen plenitud en su vida”, concluyó.